7 de dez. de 2008

Pasión

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Mis dedos enmarañan tus cabellos.
Beso, casi imperceptible, tu frente nívea.
Desciendo lentamente hasta tus labios,
naufragando feliz por la isla de tu cuello.
Me pierdo como un alpinista
en la cordillera de tus senos.
Buceo en tu vientre de agua clara
buscando caracolas de suspiros.
Mastico tus muslos con mis labios sedientos.
Bebo de tu tastevin
como un borracho empedernido.
Aúllo cual lobo hambriento,
casi como una jauría en celo.
¿De la luz?, no preciso,
porque el amor me ilumina
del cielo? para qué,
si tus ojos son mi firmamento.
Tu ombligo es el centro de mi universo.
Tu contorno el camino de mis huellas.
Cada paso mío es para el mundo tuyo.
Cada sudor de mi pecho
para el río que baja presuroso
a desagotarse en el mar de tu cintura.
Abandono mis raíces,
para exiliarme en el continente de tu piel.

Walter Faila